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Arquitectos: UNA Arquitetos
- Área: 7000 m²
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Fotografías:Maíra Acayaba, Bebete Viégas
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Proveedores: ACFC4, Arterra, Atlas, Atlas Schindler, Cyberglass, Deca, GstarCAD, Isonar, J Freire, Jatobá, Metalferco, PWJ esquadrias, Parket BMN Brasil, Planmetal, Tramontina, Trimble
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El barrio de Itaim, cercano a la Avenida Faria Lima se encuentra en profunda transformación. La antigua ocupación de pequeñas casas de dos pisos viene siendo reemplazada por torres. El proyecto busca inserirse en este contexto como una forma de mediar en distintos tiempos. El terreno posee una localización especial, se abre para tres calles, incorpora dos esquinas. El vecino derecho es una nueva torre residencial de más de veinte pisos.
El edificio propuesto se aproxima de esa construcción al lado en escala, sin embargo se implanta retirado de las esquinas. En la planta baja, la estrategia de ocupación deja casi 50% del terreno privado como área pública. Se configura una plaza conectando tres frentes, estableciendo continuidad con los paseos del barrio. La plaza, mitad cubierta, otra descubierta, está animada por café, jardines, bancos y una línea de agua. Establece un nuevo padrón de urbanización, deseable en una ciudad cuyos espacios públicos son tan maltratados. Podría ser una regla.
Las actividades colectivas son valorizadas, distribuidas verticalmente, y establecen comunicación directa con la ciudad. Por arriba de la plaza, nivel 5,40m, hay un piso libre con huerta colectiva y un jardín para quienes viven allí; el sistema fotovoltaico, generando energía para el consumo de luz de la plaza, aliado al sistema solar de calentamiento de agua fueron instalados en este piso. El agua descartada en las duchas de las unidades es captada y llevada al reservatorio en el subsuelo. Esa agua es tratada para utilizarla en la irrigación general.
La huerta comunitaria fue proyectada por un ingeniero agrónomo especializado en huertas urbanas. La irrigación, por goteo, economiza agua. Las especies plantadas consideran su localización e insolación. Todo el fertilizante es producido con restos orgánicos de los propios vecinos, las nuevas mudas para reposición son creadas en el vivero. Los residuos orgánicos producidos en el edificio son colectados y colocados en dos composteras. El fertilizante producido será usado en la huerta.
La torre residencial comienza a partir de este nivel y distribuye los otros usos colectivos. En el sexto piso, de frente para la calle comercial de mayor flujo, queda el gimnasio con doble altura, vista por quien pasa por la calle. En el 18° piso se localiza un salón de eventos, también con doble altura, espacio para reuniones, a 55 metros de la calle, abierto a la ciudad. A la distancia, visto desde muchos puntos de la metrópolis, se percibe que hay una fiesta allí a lo alto. Finalmente, pileta y sauna en la terraza, donde hay más sol, cielo y vistas.
La organización de los pisos posibilita flexibilidad para distintas configuraciones de los departamentos, previamente diseñadas. Unidades simples pequeñas, dúplex mayores, unidas horizontalmente, o sea, una simple con un dúplex, o mismo dos simples. Con eso es posible acomodar familias de varias configuraciones.
En la fachada oeste, junto al vecino alto, se implantó la torre de circulación. Las demás fachadas, abiertas para las calles, son balcones continuos. El clima de San Pablo hace posible ese espacio intermediario entre el interior y el exterior. Protege del sol excesivo y permite ventilación permanente en días de lluvia. Esa protección es reforzada por los paneles metálicos perforados que corren y configuran la fachada a partir de su propio movimiento y de la variación de las alturas de los departamentos.